El "week end"

De este fin de semana quiero destacar cinco hechos importantes: el anuncio de ETA – que mereció que se interrumpieran programas como “Salsa Rosa” – la manifestación, las elecciones gallegas, la carrera de Indianápolis y la entrada de un virus en mi ordenador de casa. Los cito por orden de menor a mayor importancia, por lo menos para mí. Ya se sabe que todo es subjetivo. Con respecto a lo primero me enteré porque me llamó una amiga cuando estaba con el ordenador. Me dijo que se había quedado muy preocupada porque ni era política ni catalana y que cada vez íbamos quedando menos gente como objetivos de la banda. Le resté importancia al asunto diciéndole que los médicos no corrían un peligro especial – en este caso las médicas, perdón – y que se fuera a dormir tranquila. Que los que deberían estar preocupados deberían ser los políticos por el regalo envenenado que acababan de recibir. Con respecto a la manifestación y a las elecciones gallegas, sólo decir que en ambas la participación fue grande, pero que el mal viene de atrás, de inadecuados planteamientos en uno y otro caso. Con respecto a lo de los matrimonios ya me pronuncié. Ahora lo haré con respecto a que se diseñara en España un sistema político que permitiera gobernar a coaliciones. Nunca me gustó que gente diferente se junte para un proyecto común. Porque lo que sale ni es común ni mucho menos proyecto.

En Indianápolis, los Ferrari fueron los grandes perdedores. De entrada, porque ya no me voy a comprar ningún coche de esa marca. Con respecto a los demás protagonistas, he de reconocer que todos fueron coherentes. La Michelín cometió un error y tuvo la honestidad de decirlo. Como hizo en su día la Perrier, un ejemplo que se estudia en los manuales de Administración de Empresas. Las escuderías hicieron lo que debían: no arriesgar la vida de los pilotos. La FIA fue consecuente con su secular cobardía de no romper las reglas cuando es de lógica y sentido común que se rompan. Sólo la marca antes mencionada, los únicos que podían haber evitado lo que ocurrió, son los que pasarán a la Historia como uno de los grandes cicateros del mundo deportivo. ¿Qué ganaron con hacer que sus dos pilotos dieran vueltas y vueltas, llegando hasta el ridículo de casi chocar entre ellos?


Y con respecto a mi ordenador, lo más importante para mí, decir que solucioné el problema haciendo lo correcto: formatear, limpiar y empezar de cero. En la fórmula 1 puede que sigan mi ejemplo. En el resto de las situaciones de ayer, no creo. A propósito, en la foto muestro que – a veces - es mejor trabajar con dos pantallas que con una. Eso me trae ecos de la canción que dice: “amar dos mujeres a la vez y no estar loco..” ¿Habrá manifestación entonces?