Otras causas de muerte en la carretera
Me llama la atención una noticia: “El subdirector general de la Dirección General de Tráfico, Federico Fernández, ha revelado que el 47,69% de los fallecidos en accidente de coche esta Semana Santa no llevaba puesto el cinturón de seguridad."
Inmediatamente me viene a la mente el hecho de que el más del 52% de los muertos lo llevaba puesto.
No voy a discutir la realidad de que el cinturón salva muchas más vidas de las que quita. Es un hecho incontrovertible. Pero si se utilizan las estadísticas para lo que nos conviene, se pueden volver contra uno y, además, no sirven para nada.
La Administración sigue empeñada en seguir luchando contra la velocidad en lugar de hacerlo antes contra las imprudencias. Pero es que lo primero se detecta con un radar y para lo segundo hacen falta muchísimos más guardia civiles. Se sigue luchando contra las distracciones y cada vez se ponen más mensajes y alarmas en las carreteras. Desde que empezaron a aparecer los letreros de velocidad controlada por radar, he visto dos accidentes de gente que frenaba al verlos y que eran embestidos por detrás por imprudentes que no cuidaban la distancia de seguridad. Y es que las limitaciones impuestas son casi siempre excesivamente bajas para las posibilidades de la carretera y de los vehículos. Por eso una gran mayoría no las respeta, sin perjuicio de conducir con seguridad. Hasta la llegada de los mencionados letreros del radar. Sería mejor que se pusieran multas lógicas, se hiciera publicidad de ellas en medios de comunicación y no se distrajera a los conductores en la carretera. ¿No se han prohibido los anuncios? Pues los de la DGT también lo son. La concienciación, en casa.
Las inadecuadas infraestructuras, la mala señalización, los peligrosísimos accesos de entrada y salida a las autovías, que se cruzan, eso parece que no cuenta. Los cuellos de botella y, en general, la falta de lógica en el diseño de muchos tramos de la red viaria…matan mucho. También los autobuses sin cinturones de seguridad.
Una gran parte de las imprudencias las cometen los conductores lentos, que han de ser adelantados por camiones renqueantes o que adelantan a paso de tortuga a otros más lentos. ¿Cuándo se perseguirán también estas prácticas? ¿Cuándo se informará de que hay una gran cantidad de víctimas mortales a causa del “defecto” de velocidad?
3 Comments:
No estoy de acuerdo con lo que dices, empezando por que luchar contra la velocidad, es también luchar contra una de las imprudencias más generalizadas, pues un exceso de velocidad es, sxin lugar a dudas, una imprudencia. Las limitaciones de velocidad puede que sean excesivamente bajas para las posibilidades de los vehículos, pero no lo son para las posibilidades de la carretera. Porque la carretera no es divisible de sus usuarios. Carretera, conductores y entorno forman un todo indivisible. Puede que a 160 km/h nos sintamos seguros al volante, pero eso no evita que se nos cruce un animal en carretera o, simplemente, que el resto de conductores que nos rodea se sienta inseguro debido a una conducción excesivamente veloz.
Creo que el problema es basicamente de concienciación. Conducimos de forma egoista, sin ponernos en el pellejo de los conductores que comparten la vía junto a nosotros. Conducir infringiendo las normas, de velocidad, de distancias de seguridad, de alcoholemia es simplemente, una falta de respeto hacia el prójimo. Podemos tener nuestros reflejos controlados y creer que dominamos nuestro vehículo, pero nunca podremos dominar las capacidades de los demás conductores, así que, prudencia, paciencia y respeto, por favor.
Me alegra que no estés de acuerdo con los que van a 160. Está prohibido y es una infracción grave. Desde hace bastante tiempo yo pongo especial interés en no sobrepasar en lo más mínimo los límites de velocidad. De lo que estoy en contra es de aquellos que en donde los límites son superiores, circulen y, sobre todo, adelanten a bajas velocidades poniendo en grave riesgo a los demás.
Pero en resumen, lo que intento expresar es que es muy fácil y barato controlar los excesos de velocidad pensando que con eso se resuelve el problema y dejando de aplicar medidas más contundentes como son mayor presencia policial en las carreteras, más guardias civiles, de esos agentes de la “Benemérita” que echaron como apestados de algunas comunidades autónomas y que ahora reclaman con desesperación. Más guardias para controlar las imprudencias que no registran los radares, como no guardar las distancias de seguridad u ocupar desde la derecha el hueco que va manteniendo un conductor responsable. Más guardias para retirar el carné a quienes creen que están en un circuito sin tener idea de lo que llevan entre manos. A los que conducen bajo los efectos del alcohol y a los niñatos/as acomplejados que se autorealizan con el volante.
Y especialmente, lo que es necesario mejorar es las infraestructuras. Y los conocimientos de quienes construyen carreteras. ¿Cómo es posible que tras inaugurar el “by-pass” que evitó el paso por la fábrica de cemento, el nuevo tramo presentara más atascos? Pues por falta de adecuados carriles de aceleración/deceleración de entrada o salida. Basta que se junten tres coches intentando salir del Rincón de la Victoria para que la retención esté asegurada. Eso es uno de los principios que más tienen en cuenta en otros países al abrir nuevos tramos.
¿Y que me dices de las señalizaciones?... Supongo que los conductores sabrán a que me estoy refiriendo.
Estoy de acuerdo contigo en que tanto una velocidad excesivamente elevada, como una excesivamente reducida, son igualmente peligrosas. No obstante, debemos recordar que alguien que circule a 100 no es un imprudente y si lo és quien circula a 150 y que, evidentemente, verá al otro conductor que circula a 100 casi como un objeto inmóvil.
Nunca tendremos suficiente presencia policial en las carreteras como para evitar accidentes y, como tú bien dices, se opta por la vigilancia más fácil (radares, alcoholimetros, etc.) También estoy contigo en el tema infraestructuras, el cual creo es un problema bastante grave en toda España y en la provincia de Málaga con especial énfasis, dónde las vías, además de insuficientes, son precarias la mayoría de las veces. Málaga es una ciudad y una provincia con unos problemas de tráfico muy considerables, comparables a los de Madrid, y todo debido a una calidad y cantidad de vías muy inferior.
Pero dónde más énfasis quiero poner es en el de la concienciación y la educación, en esa transformación de la personalidad al volante. El coche parece para algunos el escondite perfecto para desarrollar comportamientos violentos. Seamos peatones por un momento y paseemos por una calle estrecha por la que transita una anciana delante nuestro. Acaso gritaremos algo así como '¡vamos señora, que va usted pisando huevos, quédese en casa!? Es increible como en la carretera nos comportamos de forma mucho más agresiva. Quizá la solución no esté en aumentar el número de efectivos policiales, sino en sentar en el asiento del copiloto de muchos vehículos a un buen número de psiquiatras.
Saludos
PD: Gracias por tus recomendaciones sobre mi blog, ni siquiera me había fijado en la configuración de los comentarios, que estaban restringidos a 255 caracteres y solo para usuarios registrados.
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