Alarma Social
Es éste un término del que, hoy en día, se abusa con bastante reiteración. Cada vez que alguien quiere ALERTAR de un peligro más o menos probable, siempre hay "otro alguien" que dice que se está provocando "alarma social"
Si el peligro se materializa sin que se haya avisado de forma inequívoca, es decir, sin haber evitado que haya la más mínima confusión, y si hay muertos o heridos como consecuencia de ello, esto es lo que nos debería producir ese sentimiento de alarma. Que quienes tienen - de alguna u otra forma - conocimiento cierto de un riesgo no lo divulguen de la manera más eficaz posible.
España es un país en el que pecamos por defecto en las señalizaciones. Damos por supuesto que las personas son adivinas o que van a reaccionar con los reflejos de un piloto de "Fórmula 1" ante avisos que nos llegan demasiado tarde. Luego decimos que se meten por direcciones prohibidas o que no respetan las señales de tráfico.
Los que estamos bastantes concienciados con el término "prevención" no entendemos como aún no se ha extendido este sentimiento en todo el sector público.
Como una imagen vale más que mil palabras, en este caso incluimos cuatro:
Domingo, 9,40 de la mañana. Un automovilista se acerca a la rotonda para cruzar al otro lado. Como por la izquierda no vienen coches, no para y sigue. El sol le da de frente. No ve ninguna señal luminosa roja.
Un tranvía de reciente instalación se acerca. De momento lo tapan los árboles. Se ve un poco. La foto presenta los mismos deslumbramientos que los ojos de las personas.
El tranvía sigue su camino. Ya se ve, ligeramente y a contraluz, el semáforo rojo.
El automovilista ha conseguido parar a tiempo... esta vez. El proceso ha durado menos de cinco segundos.